sábado, 23 de noviembre de 2013

50 aniversario muerte de John F.Kennedy

Eduardo Roa
Santo Domingo

Esta semana se conmemora el 50 aniversario del asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy. Ese fatídico 22 de noviembre recibió varios impactos de bala en pleno mediodía, bajo la presencia de cientos de simpatizantes y curiosos que se congregaban en la Plaza Dealey de Dallas para ver pasar al popular presidente de 46 años y su flamante esposa, Jackie Kennedy, en una visita política a Texas.
Las autoridades arrestaron a Lee Harvey Oswald por el magnicidio, pero fue asesinado dos días después, cuando iba a ser trasladado de prisión.
Su culpabilidad fue corroborada por la Comisión Warren, creada por el presidente Lyndon Johnson, para investigar la tragedia.

Sin embargo, muchos escépticos no creyeron la versión oficial. Una serie de teorías conspirativas señalan a otros como responsables de la muerte. Entre estos: el complejo militar-industrial, Fidel Castro, los anticastristas, los soviéticos, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), los israelíes, los magnates del petróleo, la mafia, los protestantes, Lyndon Johnson y Richard Nixon. Cada versión cuenta con un protagonista con un móvil que se ajusta a la realidad de la época.
Habría sido el complejo militar-industrial porque temía que retirara las  tropas estadounidenses de la Guerra de Vietnam; los anticastristas que culpaban a Kennedy de la fallida invasión de Bahía de Cochinos en Cuba; la Unión Soviética, ante el enojo de Nikita Kruschev por las negociaciones que llevaron el retiro de misiles nucleares instalados en Cuba, además Oswald vivió en la URSS, donde conoció a su pareja Marina, madre de sus dos hijas; la CIA, a la cual se le adjudicaron varios asesinatos en la época; Israel ante las presiones en contra de su programa nuclear secreto y la supuesta simpatía de Kennedy hacia los árabes; los magnates del petróleo temerosos que le impusiera impuestos para cumplir con su ambicioso programa social; la mafia por las persecuciones del nuevo fiscal general, Robert Kennedy; los protestantes que no toleraban tener un presidente católico; el vicepresidente Lyndon Johnson para encontrar una forma más fácil de llegar a la presidencia; o Richard Nixon porque Kennedy le “robó” el triunfo en las elecciones de 1960.
A pesar de que medio siglo después, el gobierno estadounidense apunta solo a Oswald en el asesinato, las teorías conspirativas cuentan con mayores seguidores.
Muchas de las cuales son materia prima para la literatura y películas.
Independiente a esto, su muerte causó una gran conmoción en la sociedad estadounidense.
Activistas e idealistas vieron desvanecidas las esperanzas de cambio que representaba un presidente comprometido con la integración y los derechos civiles, en momentos de grandes divisiones de la sociedad estadounidense por la segregación racial, y un vehemente defensor de programas sociales para reducir la pobreza.
Muchas de sus iniciativas fueron aprobadas por sucesivos gobiernos. Entre estas, la misión “Apolo” para llegar a la luna, y parte de su programa “New Frontier” (Nueva Frontera) para reactivar la economía, y asignar mayores recursos para la salud, educación y la tercera edad.
Indudablemente, Kennedy permanece joven en la memoria colectiva, y como otras celebridades fallecidas a destiempo su legado se ve favorecido por las promesas y esperanzas que representaba.
Su elocuencia aún es recordada, en particular la frase “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país”.
  EL PRIMER CATÓLICO EN LA CASA BLANCA  
Nació en 1917, en Brookline (Massachusetts). Estudió en Harvard y, durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió en la Marina de Guerra en el Pacífico. Es electo en la Cámara de Representantes en 1946, y en 1952 en el Senado. En 1960 gana las elecciones presidenciales como candidato del Partido Demócrata, convirtiéndose en el primer católico y la segunda persona más joven en llegar a la presidencia de EEUU.

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